

El pasado 22 y 23 de octubre, 132 estudiantes de noveno grado, acompañados por 8 valiosos integrantes del cuerpo docente, la coordinación y el equipo de orientación escolar, tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia única en Chinauta (Cundinamarca). Este viaje no solo representó un momento de esparcimiento y diversión, sino que también se convirtió en un espacio de reflexión y crecimiento personal.
En el entorno natural de Chinauta, los estudiantes no solo superaron los desafíos de las actividades al aire libre, sino que también tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de buscar ayuda en situaciones difíciles. La convivencia, el trabajo en equipo y el apoyo mutuo fueron aspectos fundamentales en este inolvidable campamento. Todos aprendieron que no están solos en sus luchas y que, en momentos complicados, es crucial buscar el apoyo de quienes los rodean.*
Además, esta actividad ofreció un momento propicio para acercarse a Dios. Muchos estudiantes encontraron consuelo y fortaleza en la fe, redescubriendo la importancia de la espiritualidad en sus vidas. A través de momentos de oración y reflexión, se creó un ambiente de paz y unidad que permitió a cada uno de ellos abrir su corazón y encontrar en Dios una fuente de apoyo constante.
Este viaje a Chinauta ha dejado huellas imborrables en la memoria de nuestros estudiantes y les ha enseñado valiosas lecciones sobre la vida, la importancia de pedir ayuda y la cercanía con Dios en momentos difíciles. Como comunidad educativa, seguiremos fortaleciendo estas actividades para que nuestros estudiantes confirmen que juntos se puede superar cualquier obstáculo.
Agradecemos a todos los padres de familia y a la institución por el apoyo brindado para hacer posible esta experiencia. Sin duda, será recordada como un capítulo especial en la vida de nuestros estudiantes