






Desde que tenía 16 años, he tenido la firme convicción de que la juventud puede ser sinónimo de acción y cambio. Con un espíritu incansable y una determinación que me impulsa a seguir adelante, fundé la Fundación Juvenil del Tolima, una organización dedicada a empoderar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad, fomentar el liderazgo y contribuir al desarrollo social en nuestra región.
Desde muy temprana edad, sentí una profunda atracción por el liderazgo y el servicio comunitario.Mi participación en diversas actividades escolares y comunitarias me ha permitido desarrollar habilidades esenciales como la organización, la comunicación y el trabajo en equipo. Siempre he creído que todos tenemos el poder de cambiar nuestro entorno; es nuestra responsabilidad contribuir al bienestar de nuestra comunidad.
La Fundación Juvenil del Tolima nació de mi inquietud por crear un espacio donde los jóvenes pudieran encontrar apoyo, orientación y oportunidades para crecer. A través de talleres educativos, actividades recreativas, programas de mentoría y proyectos comunitarios, busco empoderar a los jóvenes brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que se presentan en su entorno.
Uno de los primeros proyectos que implementamos fue la realización de talleres sobre habilidades para la vida, abarcando desde educación financiera hasta desarrollo personal. Estos talleres no solo tienen como objetivo equipar a los jóvenes con conocimientos prácticos, sino también fomentar su autoestima y confianza. Quiero que se sientan seguros de sí mismos y capaces de tomar decisiones que impacten positivamente sus vidas.
El apoyo que he recibido por parte de mi institución educativa ha sido fundamental para el crecimiento de esta iniciativa. Desde el colegio me han brindado orientación y un espacio seguro para compartir mis ideas, lo cual ha permitido fomentar cada uno de los proyectos. La colaboración entre la Fundación Juvenil del Tolima y la institución ha enriquecido tanto a estudiantes como a miembros de la comunidad.
Además del apoyo institucional, he logrado involucrar a otros jóvenes apasionados en esta causa. La Fundación cuenta con un equipo diverso de voluntarios que comparten mi visión y están comprometidos con nuestra misión.
El impacto positivo de la Fundación Juvenil del Tolima ya se siente en nuestra comunidad. Los testimonios de jóvenes beneficiados reflejan el cambio que estamos generando. Uno de ellos comentó: “Gracias a los talleres, he aprendido a manejar mejor mi dinero y a planificar mis metas. Me siento más preparado para enfrentar el futuro”.
Con una visión clara hacia el futuro, planeo expandir las actividades de la fundación e implementar nuevos programas que aborden temas relevantes para los jóvenes del Tolima. Este es solo el comienzo; hay mucho por hacer, y estoy emocionado por lo que vendrá.
Mi historia con la Fundación Juvenil del Tolima es un testimonio inspirador del poder del liderazgo juvenil y la importancia del compromiso social. Con iniciativas como esta, el futuro del Tolima se ve cada vez más brillante. Estoy convencido de que, cuando los jóvenes nos unimos con un propósito común, podemos transformar nuestras comunidades y construir un mañana lleno de esperanza.
Por Helder Alejandro Melo Hernández grado 11.-1